Editor del Autor de Éxitos Editoriales Internacionales y del New York Times L. Ronald Hubbard

Congreso del Oeste

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Con Scientologists del oeste de Estados Unidos clamando por tener un congreso en sus propios locales, Ronald convocó un “Congreso del Oeste” en Phoenix, Arizona. Lo que ubicó a este Congreso como algo aparte fue cómo él impartió la información. Específicamente, y como se reporta en el Journal de Scientology, “la presentación de material técnico se mantuvo en un mínimo absoluto, con L. Ronald Hubbard presentando la mayoría de las técnicas y procedimientos importantes bajo la forma de procesos en el grupo”. Así, Ronald proveyó a los delegados con un modelo para hacer procesamiento de grupo a las personas en sus propias comunidades, concentrándose en el Procedimiento Estándar 8-C (SOP 8-C) y las listas de Autoanálisis. Aquí también estaba la introducción de Ronald al “audiómetro” (más adelante conocido como el “beep meter”), un instrumento que supera cualquier modelo previo y presentando un detector que podía registrar puntos de dolor en un ser humano. Ahí estaba, en realidad, una manera de demostrar que un ser puede, a voluntad, crear una corriente de energía en otro ser. En resumen, aquí había un Congreso lleno de datos técnicos, y todo con un propósito en mente; expandir los alcances de los scientologists entrenados, que llevarían estos avances a un público mayor y, por tanto, generando una saludable cosecha de nuevos grupos de campo.

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Más Sobre Congreso del Oeste

El hombre está camino al éxito por fin. Porque todas las maldades del hombre provienen de los esfuerzos del hombre por negarle la libertad al hombre. Su falta de cultura es más aparente allá donde la esclavitud esté más arraigada.

Y allá donde tengas hombres que sean libres, pueden hacer muchas cosas. El trabajo se convierte en un placer. El manejo del esfuerzo en sí mismo se convierte en una actividad muy deseable. Y se construyen cosas, el mundo se hace más hermoso, el hombre es más capaz de involucrarse en la vida como un juego más que como una esclavitud.

Y así obtenemos otra cultura. — L. Ronald Hubbard

El año 1953 se acercaba a su fin y el Primer Congreso Internacional de Dianeticistas y Scientologists en Filadelfia había demostrado ser un éxito tal (”simplemente fuera de este mundo” según una revista de Scientology) que los scientologists del oeste de los Estados Unidos clamaban por un Congreso en sus propias áreas. Con Los Ángeles, California y Phoenix, Arizona, como los principales contendientes, Ronald se estableció en Phoenix, ubicándose en el estado natal de Scientology, y sitio de la primera Asociación Hubbard de Scientologists, que para entonces llevaba dos años de existencia.

Así, el 28 de diciembre de 1953, en el Pequeño Teatro de la ciudad, Ronald convocó a un Congreso que no encontraría parangón en el pasado ni en el futuro. Pues mientras el Congreso del Oeste poseía todas las características de un Congreso que pronto se convertirían en tradición —incluyendo el anuncio de Ronald de nuevos avances y una fiesta de clausura del Congreso—, lo que marcó este Congreso como algo aparte fue cómo impartió Ronald la información. Específicamente, y tal y como se notificó en el Diario de Scientology: “La presentación de material técnico se mantuvo en un mínimo absoluto, con L. Ronald Hubbard presentando la mayoría de las técnicas y procedimientos importantes bajo la forma de procesos aplicados al grupo”.

Ahora desde un punto de vista puro de la auditación, estos procesos demostraron ser ampliamente eficaces, con varias personas en el Congreso volando somáticos crónicos, y otros logrando el estado de Theta Clear. Pero había una razón aún más grande por la que aquel teatro marcó el punto donde un gran acontecimiento daría inicio. Al procesar el grupo, Ronald proporcionó a los delegados un modelo para hacer Procesamiento de Grupo a las personas en sus propias comunidades, concentrándose en el Procedimiento Operativo Estándar 8-C (SOP 8-C) y en las listas de Autoanálisis. Y para hacer que su tarea fuera más fácil aún, antes del Congreso, Ronald había sacado una grabación de un Proceso de Grupo de 15 minutos, que se le entregó a cada delegado, habilitándolos para empezar de inmediato al volver a sus hogares.

Luego hubo fuegos artificiales, incluida una fantástica demostración del manejo de los puntos de anclaje. Manteniendo su cuerpo exactamente en el mismo punto frente al micrófono, Ronald continuó hablando mientras que cambiaba sus puntos de anclaje a ubicaciones exactas, tanto fuera como dentro del Teatro, una demostración que no requirió ningún cambio en su uso de las cuerdas vocales. Produjo, sin embargo, un cambio inmediato en el modo en que su voz llegaba a la audiencia, ilustrando así un dato fundamental que se puede aplicar no sólo al Procesamiento de Grupo, sino que también al vivir:

”El oír no es demasiado un problema de ondas sonoras, es un problema de beingness. Y se te puede oír en tanto espacio como en el que estés dispuesto a estar, y ese es todo el espacio en el que se te puede oír. ¿Me entendéis?”.

Aquí también estaba la introducción de Ronald al “audiopsicómetro” (más adelante conocido como el “E-Metro de señal sonora”), un instrumento que supera cualquier modelo previo y que contaba con un detector que podía registrar puntos de dolor en un ser humano. Y sin embargo, Ronald descubrió un uso de ese medidor, del que ni su fabricante era consciente. Ahí estaba, en realidad, una manera de demostrar que un ser puede, a voluntad, crear una corriente de energía en otro ser:

“Así que cogí su propio E-Metro y le mostré dónde estaban todos los puntos muertos en su mejilla y demás, y conseguimos uno que estaba totalmente muerto y me arrellané e hice que ese punto se activara. Y lo activé y el E-Metro dijo: ‘Pauuum’”.

En resumen, aquí hubo un Congreso lleno de datos técnicos, y todo con un propósito en mente: expandir las filas de los scientologists entrenados, que llevarían estos avances a un público mayor. Y eso es exactamente lo que ocurrió, de forma drástica. Con estos resultados resonando por todos los Estados Unidos, las conferencias y las sesiones de Procesamiento de Grupo se reprodujeron en Congresos impartidos por otros, produciendo ganancia de caso inmediata, y generando una saludable cosecha de nuevos grupos de campo. De hecho, el Congreso del Oeste, no sólo mostró con antelación lo que sería el 3.er Curso Clínico Avanzado Americano, sino que también inspiró el fenomenalmente y exitoso Congreso de Procesos del Universo, impartido por Ronald en el mismo sitio ante más de 200 scientologists de todos los Estados Unidos y del extranjero.

Así, mientras se acababa 1953, todo quedó preparado para los avances históricos de 1954 y del anuncio de Ronald de procesos que producen, en masa, un estado de beingness que una vez fue considerado posible, si acaso, sólo para una minoría selecta.

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